En este servicio tú eliges qué canciones quieres escuchar en cada momento, algo muy sencillo a partir de la caja de búsqueda y la confección de listas de reproducción que podemos no sólo crear, sino también compartir con la comunidad de usuarios.En el propio blog de Spotify hablaban hoy mismo de una lista con lo mejor de U2, que podemos reproducir directamente gracias al uso de enlaces con el protocolo del mismo nombre que define a dichos enlaces (”spotify://“) y los asocia con la aplicación. En Firefox este tipo de enlaces funcionan a la perfección una vez instalamos Spotify, de modo que la integración entre ambos desarrollos es espectacular. Así pues, basta con que te bajes el programa, te registres gratuitamente (adiós al sistema de invitaciones, afortunadamente) y lo pongas en marcha.
Espectacular también es el hecho de que Spotify sea, por lo que sé, un servicio totalmente legal. Se supone que obtienen dinero de la publicidad en el programa, pero llevo 2 horas usándolo y aún no he visto ni he escuchado nada al respecto. Sus responsables lo explican claramente:
There are no restrictions in terms of what you can listen to or when. Forget about the hassle of waiting for files to download and fill up your hard drive before you get round to organising them. Spotify is instant, fun and simple.
Efectivamente, no hay restricciones. Los acuerdos con las principales discográficas del mundo garantizan un catálogo legal sencillamente increíble. He hecho unas cuantas búsquedas, y todas ellas ofrecen resultados, incluso para músicos algo más independientes y para artistas españoles, y no digamos ya el funcionamiento del motor de búsqueda cuando queremos oir algo medianamente “comercial”.
En la creación de Spotify ha colaborado uno de los creadores de uTorrent, un famoso cliente BitTorrent, algo que explica su pequeño tamaño (descarga de 1,5 Mbytes) y consumo de recursos (12 Mbytes tras un par de horas, nada demasiado preocupante). El cliente es elegante, es ligero, y es rápido como el rayo. Eliges una canción e instantáneamente comienza su reproducción. Es alucinante. Como si estuviera en disco. Los creadores combinan el uso de servidores con el de tecnologías P2P para lograr emitir por streaming estos contenidos, pero no conozco el método específico. Lo que sí que sé es que funciona.
Spotify ha sido sin duda la aplicación que más me ha impresionado desde hace meses. Es como redescubrir un Napster legal al que además se le ha aplicado esa capa “social” que permite compartir listas de reproducción, que por ejemplo podéis encontrar en el sitio Spotylist, con un diseño muy a lo Digg que destaca las listas más votadas. Una lista rápida de pros y contras sería la siguiente:
Pros
- Catálogo prácticamente ilimitado.
- Reproducción instantánea, sin cortes.
- Interfaz elegante, clara, sencilla.
- Compatibilidad con otras plataformas como Last.fm.
- Disponible en Windows y Mac OS X de forma nativa, pero también en Linux a través de Wine.
- Calidad de sonido impresionante, carátulas.
- Radio personalizada: elige género y época (década), y te generará una lista aleatoria y muy, muy divertida.
Contras
- Por el momento no es compatible con el iPod/iPhone y otros reproductores.
- No puedes guardar la música que escuchas directamente (obvio, aunque seguramente por ahí habrá algún método para hacerlo).
- No está disponible en todos los países (España es uno de los afortunados), aunque hay forma de que funcione en cualquier región geográfica.
- No dispone de un sistema de recomendación puro al estilo de Pandora, Lastfm, MyStrands o el sistema Genius de iTunes. Pero no creo que tarden mucho en integrarlo.
Fuente: Incognitosis
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